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🌿 Alfalfa (Medicago sativa): Propiedades, Usos Medicinales, Beneficios, Riesgos y Evidencia Científica


1. Introducción a la alfalfa como planta medicinal

La alfalfa (Medicago sativa), también conocida como «padre de todos los alimentos» (del árabe «al-fac-facah»), es una planta leguminosa perenne originaria del suroeste asiático y muy valorada como forraje animal. No obstante, desde hace siglos también ha sido empleada en medicina tradicional tanto en Oriente como en Occidente por su extraordinaria riqueza en nutrientes y principios activos.

En fitoterapia, se aprovechan sobre todo sus hojas secas y los brotes tiernos (germinados), los cuales concentran numerosas vitaminas, minerales, fitoestrógenos, enzimas digestivas y compuestos antioxidantes.


2. Principios activos de la alfalfa

La alfalfa destaca por su perfil nutricional y fitoquímico único:

  • Vitaminas: A, B1, B2, B6, C, D, E y K (particularmente rica en esta última).
  • Minerales: calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, silicio, zinc, cobre y manganeso.
  • Clorofila: depurativa, cicatrizante, oxigenadora celular.
  • Saponinas triterpénicas: hipocolesterolemiantes, inmunoestimulantes.
  • Isoflavonas y cumestanos (fitoestrógenos): efectos hormonales similares al estrógeno.
  • Flavonoides y ácido fenólicos: antioxidantes.
  • Aminoácidos esenciales: contiene todos, lo que es raro en una planta.
  • Enzimas digestivas: amilasa, lipasa, proteasa, invertasa, etc.

3. Propiedades terapéuticas y beneficios

3.1. Propiedades principales

  • Remineralizante: útil en casos de fatiga, convalecencia o desmineralización ósea.
  • Tónica general: por su riqueza vitamínica y mineral.
  • Antianémica: por su alto contenido en hierro y vitamina C.
  • Digestiva: mejora la asimilación de nutrientes, estimula el apetito y favorece el tránsito intestinal.
  • Depurativa: favorece la eliminación de toxinas hepáticas y renales.
  • Hipocolesterolemiante: las saponinas reducen la absorción de colesterol.
  • Estrogénica natural: alivia síntomas de la menopausia o del síndrome premenstrual.
  • Antioxidante: combate el envejecimiento celular.
  • Cicatrizante y antihemorrágica: gracias a la vitamina K y la clorofila.
  • Antiinflamatoria leve: en procesos crónicos.

4. Usos terapéuticos tradicionales y actuales

  • Anemia ferropénica: como coadyuvante gracias a su alto contenido en hierro y vitamina C.
  • Osteoporosis o pérdida de masa ósea: fuente vegetal de calcio y vitamina K.
  • Menopausia y menstruaciones irregulares: por su acción estrogénica.
  • Estados de fatiga, estrés o decaimiento: como reconstituyente natural.
  • Colesterol alto: ayuda a disminuir el LDL sin afectar el HDL.
  • Desmineralización, fragilidad ungueal o capilar: remineralizante eficaz.
  • Convalecencia tras enfermedades largas o infecciones virales.
  • Dificultades digestivas leves: por sus enzimas.
  • Mal aliento: efecto desodorizante por la clorofila.

5. Formatos en los que se puede consumir la alfalfa

5.1. Brotes germinados (forma más nutritiva)

  • Se consumen en ensaladas, batidos o como guarnición.
  • Ricos en enzimas, clorofila y vitamina C.
  • Aporta todos los beneficios de forma equilibrada y segura.

5.2. Hojas secas en infusión

  • Digestiva, depurativa y remineralizante.
  • Dosis: 1-2 cucharaditas por taza, 2-3 veces al día.

5.3. Cápsulas o comprimidos de alfalfa en polvo

  • Dosis variable (500–1000 mg/día), útil como suplemento multivitamínico.
  • Indicada en estados de carencia o fatiga.

5.4. Tintura o extracto líquido

  • Absorción más rápida, indicado para tratamientos de fondo.
  • Dosis orientativa: 20–30 gotas, 2-3 veces al día.

5.5. Jugo de alfalfa fresca (en licuadora o extractor)

  • Potente efecto alcalinizante y depurativo.
  • Se mezcla con otros vegetales como apio, pepino o zanahoria.

6. Posibles efectos adversos y contraindicaciones

Aunque la alfalfa es segura en cantidades alimentarias, hay ciertas precauciones en dosis terapéuticas:

6.1. Contraindicaciones

  • Enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso sistémico): la L-canavanina presente en semillas puede agravar síntomas autoinmunes.
  • Embarazo y lactancia: se desaconseja en extractos concentrados por su contenido estrogénico.
  • Tratamientos anticoagulantes: por su alto contenido en vitamina K, puede interferir con medicamentos como la warfarina.
  • Alergia a leguminosas: puede causar reacciones en personas sensibles.

6.2. Interacciones medicamentosas

  • Con anticoagulantes: antagoniza el efecto.
  • Con inmunosupresores: puede reducir su eficacia.

6.3. Riesgos por mal uso

  • Brotes mal germinados: riesgo de contaminación bacteriana (E. coli, Salmonella) si no se desinfectan adecuadamente.
  • Dosis excesivas (suplementos): pueden causar diarrea, gases o reacciones hormonales leves.

7. Estudios científicos que respaldan su eficacia

  • Reducción del colesterol LDL:
    Matsuura F. et al. (1980). «Hypocholesterolemic action of alfalfa saponins.» Atherosclerosis.
    → Se observó una reducción del colesterol en animales alimentados con saponinas de alfalfa.
  • Actividad antioxidante:
    Zhou Y. et al. (2012). «Antioxidant activity of alfalfa flavonoids in vitro.» Molecules.
    → Alto poder neutralizante de radicales libres.
  • Efecto estrogénico leve:
    Kostelac D. et al. (2003). «Fitoestrógenos en la alfalfa: papel protector frente al cáncer.» Journal of Agricultural and Food Chemistry.
    → Posible efecto modulador hormonal beneficioso en menopausia.

8. Resumen

La alfalfa (Medicago sativa) es mucho más que un alimento para animales: es una fuente natural de nutrientes, antioxidantes y fitoestrógenos que puede ser usada como suplemento terapéutico en casos de debilidad, anemia, menopausia, fatiga crónica o exceso de colesterol.