Calasparra

El arroz de Calasparra, con Denominación de Origen, es un producto único que es el resultado de la sabiduría y experiencia de los agricultores de la zona.

Su cultivo se realiza en zonas montañosas con elevaciones de entre 350 y 500 metros sobre el nivel del mar, en las Vegas de los ríos Segura y Mundo (afluente), lo que le confiere unas cualidades culinarias y características fisicoquímicas excepcionales gracias a su medio natural de cultivo.

Entre las características que lo hacen destacar frente a otros arroces, podemos mencionar su dureza debido a una deshidratación natural que se produce en las últimas fases de la maduración del grano, coincidiendo con temperaturas elevadas y una humedad relativa baja (30-40%). Asimismo, el arroz de Calasparra es resistente al empastado debido a la consistente agrupación del almidón del grano y su bajo nivel de amilosa.

Además, es un producto natural, ya que se riega con aguas limpias y frescas, recién desembalsadas. Durante el cultivo no se emplean productos químicos insecticidas, ya que no existen plagas que afecten al mismo. En este entorno ecológico de cultivo, se practican rotaciones de cultivo típicas de la agricultura tradicional que favorecen la eliminación de potenciales plagas de manera natural, rompiendo su ciclo biológico y favoreciendo la proliferación de insectos útiles, depredadores de plagas de cultivo. Al no realizarse tratamientos químicos masivos con insecticidas, se consigue mantener el equilibrio en las poblaciones tanto de insectos perjudiciales, que no llegan al nivel de plaga, como de insectos útiles.